A fines del siglo XIX, los pescadores del norte del Perú apreciaron que todos los años hacia finales de diciembre, cerca
de la Navidad, solía ocurrir un incremento de la temperatura del agua del mar, la cual era observable a lo largo de
la costa norte. Atribuyeron este calentamiento a la llegada de una corriente marina de aguas cálidas a la que llamaron
la corriente de “El Niño”.
La presencia de estas aguas cálidas a lo largo de las costas peruanas, es un fenómeno recurrente que tiene una
duración de varios meses. Ahora sabemos que este calentamiento marino-costero se acentúa cada cierto número de
años, siendo una manifestación de los cambios que ocurren en las capas superficiales y subsuperficiales del océano.
Esto está vinculado a interacciones complejas con la atmósfera que se producen en el Océano Pacífico ecuatorial, a
miles de kilómetros de la costa peruana.
El Niño, también llamado ENSO ("El Niño Southern Oscillation"), es un cambio en el sistema océano - atmósfera que ocurre en el Océano Pacífico ecuatorial, que contribuye a cambios significativos del clima, y que concluye abarcando a la totalidad del planeta. Se conoce con el nombre de "El Niño", no solamente a la aparición de corrientes oceánicas cálidas en las costa de América, sino a la alteración del sistema global océano-atmósfera que se origina en el Océano Pacífico Ecuatorial (es decir, en una franja oceánica cercana al Ecuador), generalmente durante un periodo comprendido entre diciembre y marzo.
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